¿Alguna vez te has preguntado si un perro puede ser anoréxico? ¿O comedor compulsivo? A cada momento escuchamos de este tipo de desórdenes alimenticios en los humanos, pero ¿pueden nuestros caninos amigos presentarlos también? ¡Por supuesto!
La Anorexia en perros
Los perros que apenas prueban su alimento son de por sí una minoría y una rareza. Lo más común es que los dueños digan que su perro come “de todo” sin protestar. De hecho, la gran mayoría de los perros son sobrealimentados. La mayoría de los desórdenes alimenticios están asociados con el consumo excesivo de alimento, pero hay también algunos asociados con un consumo mínimo.
La anorexia en los perros consiste en la disminución del apetito, y puede originarse a partir de problemas clínicos o de comportamiento. Cuando la causa es clínica, los fármacos estimulantes del apetito son el tratamiento indicado. Cuando el orígen es un problema de comportamiento, el tratamiento consiste en darle una dieta más palatable (más apetecible) y premiarlo cada vez que coma la cantidad que debe.
A algunos perros les “ayuda” ver a otro perro comer, y con esto, se deciden a seguir comiendo.
Una de las causas más comunes es la “ansiedad por separación”. Cuando te encuentras fuera de la casa, lejos de tu perro, éste pasará por un estado de ansiedad y frustración debido a tu ausencia, y se negará a comer hasta que regreses. En muchos casos, esto no es mayor problema, pues te ausentas todo el día y llegas cada noche a alimentarlo, pero el problema puede volverse algo más serio cuando decidas tomarte unas vacaciones.
Es obvio que si tú no estás, tu perro tiene dos opciones: dejarse morir de hambre o empezar a comer unos días después de tu ausencia. Es una pena tener que ponerle este tipo de prueba a tu perro, ¿no crees? Puedes pedirle ayuda a tu médico veterinario o a un etólogo canino (especialista en comportamiento) para que resuelvas el problema antes de que se salga de control.
Los perros melindrosos
En los gatos, prácticamente uno de cada cinco es melindroso para comer, por ejemplo, Morris, el gato que sale en los comerciales de 9 Lives® es famoso por ser un melindroso de primera. Sin embargo, este tipo de comportamiento en los perros es mucho más raro.
Si tu perro de repente sólo come cierto tipo de alimentos, tendrás que ir al origen del problema. Analiza la forma en la que lo estás alimentando.
No le des sobras ni premios o golosinas a cada rato, pues estarías echando a perder su apetito. Debes tomar en cuenta el material del que está hecho su plato, probablemente al ser puesta la comida, este material le dé un sabor extraño al mezclarse.
Quizá el problema esté en el lugar que le ha sido destinado para comer. Trata de buscarle un lugar más tranquilo y menos transitado para que tu perro se sienta más “en confianza”. Si tienes varios perros, quizá convenga separarlos para darles de comer, pues podría darse el caso de que uno de ellos esté siendo amedrentado por la presencia de otro.
En el mejor de los casos, puede llegara suceder que simplemente no le gusta la comida que le estás dando, y la opción más sencilla es cambiar de marca. Te recomendamos adquirir un alimento de calidad premium o super-premium.
Por favor, si el problema persiste, lleva a tu perro con el médico veterinario para asegurarte de que el origen del problema no sea clínico.
Barrilito sin fondo
No siempre puedes estar al pendiente de lo que tu perro come. Hemos llegado a ver perros que se han tragado cosas como el reloj que ha pasado de generación en generación, anzuelos de pesca, pelotas, trapos, etc. Si realmente pones atención a las cosas con las que tu perro juega y a todo lo que se lleva al hocico, le ayudarás a tu veterinario a determinar la causa del problema.
Si un perro se traga objetos que normalmente no forman parte de su dieta (lo que generalmente consiste en un desórden de comportamiento), se le llama “pica”.
Éste es un desórden alimenticio grave por que, obviamente, algunos de estos objetos no pueden salir tan fácilmente como entraron. Lo más probable es que ocurra una obstrucción intestinal, y haya que someter al tu perro a una cirugía de emergencia para “sacar” ese objeto.
No hay una solución sencilla si tu perro tiene “pica”, pues tendría que evaluarlo un etólogo para dar su opinión y encontrar una forma viable de corregir este comportamiento. lo que te recomendamos es que dejes fuera de su alcance los objetos que puedan ser peligrosos, y que vigiles de cerca todos los objetos que mastica.
Lo ideal es darle un juguete especial para satisfacer su necesidad de masticar algo, y enseñarlo a que solamente puede morder ese juguete.
Coprofagia
No es tan peligrosa como la “pica”, pero sí puede ser bastante desagradable para los propietarios. Consiste en que el perro come heces, y pueden ser las suyas o las de algún otro animal. Las razones por las cuales ocurre este tipo de desórden pueden ser muy distintas en cada perro.
Las perras comen las heces de sus cachorros para mantener el “nido” limpio, y probablemente los cachorros aprendan que este tipo de comportamiento es “normal y aceptable”. Lo bueno es que prácticamente la coprofagia no le causa ningún daño a tu perro, pero no por eso deja de ser desagradable. ¿Y cómo la corriges?
Existen varias sugerencias caseras que pueden ser útiles: algunas personas recomiendan esparcir un poco de salsa picante o ablandador para carnes sobre las heces, con lo que, aseguran, el sabor se vuelve desagradable para tu perro. Nuestra pregunta es: ¿no sería más viable recoger cualquier “tentación” en lugar de dejarlas ahí más tiempo?
Aún cuando le rociáramos un frasco de salsa picante, el olor seguirá siendo el mismo ¿o no? Creemos que lo ideal sería que limpiaras en seguida, en lugar de dejar las heces todo el día, ¡sazonadas con ablandador para carnes! Es decir, si alguien intentara evitar que un niño comiera veneno, no lo va a lograr agregándole sabor a “hígado”o “espinacas”, lo que va a hacer es dejarlo fuera de su alcance. ¿Estamos?
Sobrepeso (Obesidad)
El sobrepeso es el principal trastorno de la alimentación en los caninos, y se debe en gran parte a que los humanos tendemos a demostrar nuestro afecto ofreciéndoles comida ilimitada. Además, muchos perros comen por aburrimiento cuando pasan demasiado tiempo solos o sin nadie que les ponga atención.
Las sobras y las golosinas en exceso agravan el problema. La mejor manera de ganarle la batalla a la obesidad es alimentar a tu perro mediante un horario fijo y, si es necesario, pregúntale al veterinario si es necesario cambiarle la dieta a una con menos calorías.
Si vigilas lo que come tu perro y pasas más tiempo jugando con él para que haga más ejercicio, te aseguramos que pronto volverá a su peso ideal.