¿Perros con fobia a los ruidos fuertes? Tal vez suene a broma, pero no es para nada una cuestión que deba dar risa. Muchos propietarios observan a su perro correr debajo de la cama durante las fiestas de la parroquia cercana, el aniversario de la independencia, las ferias organizadas en sus alrdedores y las furiosas tormentas.
El miedo a los ruidos fuertes es más común de lo que te imaginas, y puede variar desde una ansiedad ligera hasta un temor tan intenso que podría llegar a poner en riesgo la vida de tu perro.
Un problema bastante serio
El correr a esconderse debajo de algún mueble al escuchar un sonido fuerte y repentino puede ser considerado normal en un perro, pero este mismo miedo llevado al extremo puede ser considerada una fobia, es decir: una ansiedad exagerada.
Los problemas de comportamiento más comúnes asociados a este miedo a los ruidos incluyen la destrucción de objetos dentro de la casa y el tratar de escapar. Durante un ataque de pánico, los perros suelen destruir o tirar cosas, o incluso cavar hoyos para tratar de esconderse.
Algunas veces, el intento por escapar del “peligro” que constituye el ruido fuerte, puede llegar a lastimar seriamente al perro o incluso llevarlo a la muerte, como por ejemplo, al tratar de saltar a través de una ventana, o a través de un vidrio, o al escapar hacia la calle y ser atropellado. Este es un problema bastante serio, y si no se atiende a tiempo, puede empeorarse con el tiempo.
Desafortunadamente, la fobia a los ruidos fuertes en los perros es muy difícil de curar, pues dado que los perros tienen un rango de audición mucho más amplio que los humanos, hay ocasoines en las que no podemos escuchar el ruido que le está molestando al perro, y es difícil por lo tanto encontrar la causa.
Los más fáciles de tratar son aquéllos perros que reaccionan solamente durante una tormenta, o un desfile, o ante el paso de un avión, por ejemplo, en los que la causa es mucho más fácil de identificar.
¿Y cómo le ayudo?
A continuación te presentamos algunos remedios que los etólogos recomiendan para eliminar este tipo de miedo en tu perro. Dependiendo de la causa que provoque ese estado de ansiedad, algunos de estos métodos pueden ser más apropiados que otros, y quizá necesites llevar a cabo la combinación de algunos de ellos:
- Cada vez que el servicio metereológico de tu zona pronostique una tormenta, trata de darle más ejercicio a tu perro de lo normal. Unos 20 o 30 minutos extras de ejercicio al aire libre serán suficientes para relajar a tu perro e incrementar con esto su nivel de serotoninas en sangre, las cuales actuarán como un sedante moderado y natural.
- Crea un lugar seguro: Trata de establecer un refugio seguro donde tu perro pueda esconderse cada vez que tenga miedo. No lo pongas en una jaula, pues podría llegar a lastimarse tratando de escapar. Deja un tazón con agua en el refugio.
- Distrae a tu perro: El castigar a tu perro por tener miedo, sólo haría que el miedo fuera doble, pues aparte de los ruidos fuertes, su temor ahora será también el de un regaño o castigo tuyo. En lugar de esto, en cuanto veas que tu perro tiene miedo, trata de distraerlo de la tormenta con algún juego o actividad que llame su atención. Puedes utilizar una pelota por ejemplo, para que la traiga cada vez que la arrojes. Cierra todas las puertas y ventanas para lograr que el ruido se amortigue un poco. Podrías también encender la televisión o la radio para aminorar los sonidos que le provocan miedo a tu perro. Cada vez que tu perro juegue durante una tormenta, irá aprendiendo a verlas con optimismo, y de hecho, deseará que ocurra alguna para recibir atención extra de tu parte.
- Modifica su conducta: Consigue un CD con ruidos y efectos especiales (hay algunos con sonidos de tormenta) y reprodúcelo al principio a un volúmen muy bajo y gradualmente, a lo largo de unas semanas, vé aumentando el volúmen hasta conseguir que el sonido sea lo más parecido posible a la realidad. Lo que se busca es des-sensibilizar al perro a esos ruidos. Puede suceder que no solamente el CD sea suficiente, y tal vez sea necesario que tu médico veterinario te sugiera algún medicamento ansiolítico para que lo uses antes de alguna situación en particular: antes de la tormenta, antes del desfile, etc.
- Atrápalo con comida: No trates de tranquilizar a tu perro si se espantó por un ruido, pues la voz baja y las palmaditas suaves puden ser maltinterpretadas y tomadas como una recompensa por actuar así. Lo más recomendable es que le ofrezcas algún alimento delicioso (y que sepas que le encanta) para que tu perro aprenda que ese manjar solamente va a poder ser saboreado durante una tormenta, y con el tiempo, tal vez un día lo sorprendas haciendo la danza de la lluvia para atraer una tormenta.
- Consulta al veterinario: Como último recurso, puedes platicar con tu médico veterinario para que te asesore en el uso de fármacos ansiolíticos para lograr tranquilizar a tu perro. Por sí sólo, el medicamento no reducirá miedos ni fobias de manera permanente, pero en casos extremos, una combinación de ansiolíticos y modificación de conducta pueden ser de gran ayuda para controlar el problema.
Los perros que tienen miedo a los ruidos fuertes
El miedo a los truenos es una fobia irracional y exagerada. Algunos perros permanecerán relativamente tranquilos ante una tormenta, mientras que otros pueden verse severamente afectados.
Otros ruidos fuertes, como los cuetes, balazos, llantas reventadas, etc. provocarán la misma reacción. Al igual que sucede con las fobias humanas, las fobias caninas tienden a empeorar con el tiempo.
Los perros que tienen miedo a este tipo de ruidos fuertes lo demuestran jadeando y escondiéndose. Podrían llegar a buscar a su dueño durante la noche para encontrar alivio, o quizá hasta decidan huir de la casa con tal de evitar esa molestia.
Los perros más afectados pueden tener un comportamiento de angustia, y mirarán desesperadamente en todas direcciones para buscar el mejor escondite. Puede empezar a arañar puertas y/o ventanas para salir, o para entrar si el perro es dejado en el patio.
Y recuerda: si la ansiedad que tu perro es muy grave, acude con tu médico veterinario para que te ayude a resolver el problema.