La obesidad es uno de los trastornos nutricionales más frecuentes que se producen en los animales de compañía (perros y gatos). La obesidad se define como una acumulación de cantidades excesivas de grasa.
El peso corporal de la mascota se ve incrementado a medida que la grasa se acumula. Sin embargo, el peso corporal también puede verse incrementado por la acumulación de tejido o fluido. Los perros con sobrepeso tienen mayor riesgo de presentar trastornos crónicos de la salud, tales como:
Transtornos asociados
- Alteraciones metabólicas: Hiperinsulinemia, intolerancia a la glucosa.
- Endocrinopatías: Hiperadrenocorticismo, hipotiroidismo, diabetes mellitus, insulinomas.
- Alteraciones funcionales: Estrés articular (por cargar con un exceso de peso que cause dolor muscular y de huesos), disnea (respiración aumentada), intolerancia al ejercicio, intolerancia al calor, disminución de defensas internas del ejemplar.
- Otras enfermedades: Enfermedades ortopédicas (huesos) y degenerativas, enfermedades cardiovasculares (al producir un aumento en el trabajo cardiaco que produce un esfuerzo adicional debilitando al corazón), tumor en vejiga.
Los perros obesos tienen un riesgo quirúrgico y anestésico incrementado, presentando una mayor mortalidad (muerte) después de una intevención quirúrgica.
Factores de riesgo que contribuyen al desarrollo de la obesidad
Factores endógenos (dentro ó propios del animal).
- Genética: Algunas razas están más predispuestas al sobrepeso (Golden, Labrador, Cocker Spaniel, Rottweiler).
- Sexo y Estado Reproductivo: Los animales castrados disminuyen su actividad física y aumentan su consumo de alimento, las hembras están más predispuestas a la obesidad por tener más tejido graso en su cuerpo.
- Edad: Las mascotas con una edad mayor a los 5 años disminuyen su actividad física y aumentan el consumo de alimento.
- Alteraciones Hormonales: Lesiones a nivel del centro de la saciedad localizado en el hipotálamo.
Factores exógenos (fuera o del medio ambiente).
- Nivel de actividad voluntaria: Un perro con temperamento tranquilo tiende a ser sedentario, mientras que una perro con temperamento fuerte es un ejemplar mucho más activo.
- Influencias externas en el consumo de alimento: El dar un exceso de golosinas, pastelitos, bocadillos, etc; favorecen el aumento de peso.
- Composición dietética y sabor agradable del alimento: Un alimento que no se encuentre bien balanceado y sea demasiado rico para la mascota ocasionará que la misma pida más. Ahora bien en el caso de tratarse de un alimento comercial, el uso excesivo de este puede ocasionar problemas de obesidad.
- Situación ambiental y estilo de vida: Una mascota cuya vida sea sedentaria y que sufra de restricción de ejercicio tendrá problemas de peso; puesto que disminuye su actividad y aumenta su consumo de alimento.
Diagnóstico de la Obesidad
El diagnóstico de la obesidad siempre deberá incluir una exploración física completa para valorar la prescencia de líquido debajo de la piel, en el abdomen o que se trate del crecimiento de algún tejido que no sea graso. El método más práctico para valorar el exceso de grasa es la palpación del tórax y del abdomen (valorando el grosor del tejido que está debajo de la piel) y por medio de una evaluación física. Para esto se ha creado una tabla sobre la condición física de un perro.
Perro Delgado:
- Costillas, vértebras lumbares y huesos pélvicos fácilmente aparentes.
- Grasa no palpable.
- Cintura y curva abdominal obvias.
- Huesos pélvicos prominentes.
Perro con peso por debajo de lo normal:
- Costillas fácilmente palpables.
- Capa mínima de grasa.
- Cintura fácilmente notoria al observar desde arriba
- Curva abdominal evidente.
Perro con peso ideal:
- Costillas palpables pero no visibles.
- Cintura apreciable detrás de las costillas al observar desde arriba.
- Abdomen curvado al observar desde los costados.
Perro con sobrepeso:
- Costillas palpables con ligero exceso de grasa.
- Cintura perceptible pero no prominente al observar desde arriba.
- Curva abdominal observable.
Perro Obeso:
- Costillas difícilmente palpables bajo una capa gruesa de grasa.
- Depósitos de grasa en el área lumbar y base de la cola.
- Cintura apenas visible o no apreciable.
- Curva abdominal inexistente -puede mostrar distención abdominal evidente.
Tratamiento
Se debe acudir con un Médico Veterinario, para que este realice un programa especial para bajar de peso a su mascota, debe tomar en cuenta que al igual que los seres humanos con sobrepeso las dietas y ejercicios deberán ser adaptados de acuerdo a esos “kilitos de más”.
- Alimentación: Lo ideal es adquirir un alimento de dieta que proporcione solamente lo necesario en cuanto al valor nutricional. La cantidad y la frecuencia estarán dadas por el Médico Veterinario.
- Alimento casero: En caso de que la mascota solamente consuma alimento casero, el Medico Veterinario le dirá que tipo de alimento debe preparar para su mascota y en que cantidad (aunque lo ideal es el alimento en croqueta).
- Dulces, Golosinas y premios: Estos deberán irse reduciendo gradualmente, de esta forma, su mascota se acostumbrará a que no se le den diario. También es importante decirle al Médico Veterinario que tipo de golosinas se dan a la mascota, el le indicará como reducirlos, quitarlos totalmente de la dieta del animal o cambiarlos por otros.
- Ejercicio: Se debe tomar en cuenta que en un animal obeso, la intolerancia al ejercicio será aparente, por lo que es recomendable comenzar con caminatas cortas, que poco a poco se convertiran en verdaderas caminatas. Una muy buena forma de hacer que la mascota se ejercite es mediante el juego; trate de buscar por lo menos 30 minutos de su día ó noche para salir a jugar con su perro.
Prevención
La mejor forma de prevenir la obesidad en nuestra mascota es evitar darle demasiado de comer o demasiadas golosinas, en caso de que su mascota sea de una raza predisponente a la obesidad, platique con su Médico Veterinario para que este le indique la mejor forma de evitarla. Ahora bien, el acostumbrar a nuestra mascota desde cachorra a ciertos juegos será de gran ayuda para que no sufra de sobrepeso.
En caso de que nuestra mascota se encuentre esterilizada o castrada, tomemos en cuenta que el nivel de actividad se reducirá, por lo tanto, no aumente el consumo de alimento ni lo sustituya por golosinas o premios.
Recuerde, los humanos para no engordar, evitan comer ciertas cosas, llevan un estricto control de horarios para comer y hacen ejercicio. Para los perros estás reglas son exactamente iguales.
No olvide que una mascota sana no es lo mismo que una mascota obesa, tampoco confunda el cariño con la sobrealimentación.